Antes de comenzar con el tema central de este trabajo daré una
explicación de los códigos en los que se encuentra el que se ha llamado el
noveno arte. El lenguaje del comic se mueve a través de tres campos: primero
los lenguajes de la imagen, luego los lenguajes de la temporalidad y por último
los lenguajes mixtos de imagen y temporalidad.
Los lenguajes de la imagen se refieren a la parte técnica de las
historietas, entre sus aspectos principales están: la ilustración, que se
encarga de las técnicas del dibujo; la caricatura, que define los tipos de
comics entre los que se encuentran el comic humorístico, el de acción y los
comics expresionistas o comics de autor; otro elemento de los lenguajes de la imagen
es la fotografía, la cual trabaja en el encuadre y en lo que se ha llamado la
instantánea es decir el momento justo para captar la acción; por último tenemos
la gráfica, que se encarga de la construcción de la página, de los esquemas y
del ritmo gráfico.
El comic expresionista o comic de autor obliga a una lectura más lenta
y detallada. El comic de guerra puede clasificarse en los comics expresionistas
de acción ya que marca un estilo más realista. La caricatura apartada de su
efecto grotesco aun tiene la capacidad de expresar sentimientos y emociones
como por ejemplo en el caso de la novela gráfica de Art Spiegelman “Maus”, que
cuenta la historia de Vladek, padre del autor, en los campos de concentración
de la Alemania nazi. Su argumento
verosímil y sombrío, es contado con un estilo cotidiano para desdramatizar un
poco la tragedia, además le añade un poco de humor al representar a los
personajes como animales minimizando así aun más la tragedia vivida por los
judíos. Por tanto, aunque el comic narre temas de marcada seriedad no pierde su
tono caricaturesco en su representación. Pero en “Maus” la caracterización se
aparta de lo modesto para dar una caracterización moral que hace al lector
olvidar la no humanidad de los personajes. Esto lleva a la pregunta de ¿por qué
se usan animales y no humanos en este tipo de relatos? Porque al dibujar
animales humanizados se evita el patetismo de las expresiones humanas, ya que
una expresión puede resultar patética en el rostro humano, mientas que en el
hocico de un ratón no lo es. Spiegelman permite revivir la historia del
holocausto despojándola de toda retórica que ha acumulado con el tiempo.[1]
Los lenguajes del comic llaman la atención en el hecho de hacernos ver
cómo un mismo estilo o una misma forma se utilizan para comunicar mensajes
opuestos entre sí. Los contextos histórico, cultural y el concepto propio del
autor puede variar por completo su significado.
Los siguientes elementos que componen los lenguajes del comic son los
lenguajes de temporalidad que toman principalmente dos elementos básicos de la
comunicación: el ritmo y la narrativa; y los lenguajes que mezclan los dos
anteriores, es decir, los lenguajes de imagen y temporalidad, en estos se
encuentra a) el teatro que da las expresiones emotivas y gesticulaciones de los
personajes como por ejemplo en los monólogos de los comics de superhéroes y el
comic de acción que usa monólogos para reforzar la imagen y mostrar a los
héroes expresando lo que sienten. Un ejemplo importante de este fenómeno lo da
Marvel Comics que a partir de los años sesenta crea héroes con problemas
personales, sentimentales, económicos y de supervivencia, b) El cine de
animación que le agrega movimiento a la imagen fija y c) el cine que otorga al
comic el dialogo que asociado con la imagen permite establecer un cuadro
cinematográfico. Los diálogos acentúan el ritmo de la narración y los diálogos
a pie de página (que aparecen en recuadros) acentúan el ritmo del
espacio-tiempo.
El signo en el comic es un signo de tipo plástico e icónico que
constituye una semiótica sincrética es decir que produce múltiples códigos
contrarios a la sucesividad del signo lingüístico. Los signos icónicos del
cómic son signos que se constituyen en el entramado de varios códigos que hacen
que se junten diferentes significados y diferentes sentidos.[2] Se
mueve entre lo paradigmático y lo sintagmático haciéndolo ambiguo y polisémico.
En su libro “La Novela Grafica” el historietista español Santiago García
reproduce una cita del ya nombrado Art Spiegelman que afirma que el cómic ha
pasado de ser un ícono del analfabetismo a uno de los últimos bastiones del
alfabetismo.
La compañía Fleetway Publication edito la colección de historietas
bélicas “War Picture Library” que publico 2103 números entre 1958 y 1984. La
editorial Panini Comics la recupero y la edito en formato de libro en la
colección Diario de Guerra, que al momento comprende cuatro tomos. En el primer
tomo se narran historias de la segunda guerra mundial desde el punto de vista
británico y con dibujos de Hugo Pratt, uno de los mejores historietistas del
siglo XX quien vivió la segunda guerra en carne propia llegando a ser apresado
por las SS alemanas. Los comics dibujados por Pratt para “War Picture Library”
fueron publicados entre 1959 y 1963. Una característica que le da veracidad a
al contexto en el que se mueven las historias de la “War Picture Library es que
fue escrita y dibujada por guionistas e ilustradores que habían vivido la
guerra por sí mismos, por ejemplo Carney Allan fue en su juventud combatiente
de la primera guerra mundial. “No se trataba exclusivamente de glosar el
heroísmo de los soldados británicos o aliados en la guerra; también había
espacio para las historias más humanas, que buceaban en la psicología de unos
personajes que no tenían porque ser de una sola pieza, y que en algunas
ocasiones evidenciaban emociones tan naturales como el miedo”[3]
Otros hechos narrados y recopilados por
la colección Diario de Guerra son el enfrentamiento de Aliados y
Alemanes en Italia, la guerra del pacífico y la guerra al norte del África.
Un sinnúmero de casos curiosos en las historias narradas en los comics
belicos, para citar algunos ejemplos encontramos el cómic “Master Race” cuyo
autor es otro aclamado historietista Bernard Krigstein ( 1919 – 1990) y
publicado en 1954 que narra el encuentro de una sobreviviente judía y el
comandante que dirigía el campo de concentración donde ella se encontraba
prisionera, en una estación de tren en los Estados Unidos.
Es de gran importancia el trabajo realizado por Harvey Kurtzman, ícono
de la historieta expresionista a mediados del siglo XX, en el ámbito de la
historieta bélica, realizando comics como “Frontline Combat” en 1951 tocando el
conflicto de la Guerra de Corea. “Rocco Versaci ha comparado las historietas
bélicas de la época con las películas del mismo género, y ha observado que los
comics eran más maduros en su representación del conflicto”[4]
Los comics de Kurtzman fueron catalogados como pacifistas y
antibélicos enfrentándose a la exaltación del militarismo propia de la época,
sin embargo Kurtzman introdujo en sus historietas bélicas el factor humano,
presentando incluso al enemigo con rostro propio, como víctima de la guerra,
esto hacia que este tipo de historietas invitaran a la reflexión, pero Kurtzman
nunca propuso que la guerra fuera necesaria o justa, sólo que tenía
consecuencias desagradables que no podemos olvidar[5].
En una entrevista realizada para “The Comics Journal Library” en 1965
Kurtzman afirmo lo siguiente: “lo que pasó fue que tenía que decidir una cierta
actitud con que abordar las historias de guerra, y decidí que si había que
decir algo, tenía que describirlo también como fuera posible dentro de los
límites de…la responsabilidad, el buen gusto, el que decir a los niños de la
guerra, si es que iba a decir algo a los niños de la guerra y la lógica más
elemental me llevo a documentarme sobre la guerra autentica y contar a los
niños como era la guerra de verdad”[6]
Otros ejemplos destacados de comics con temática histórica son
“Historia de España en Comic” de Jorge Alonso y Felix Carrion cuya fidelidad
histórica consigue combinar muy bien entretenimiento con conocimiento.
“Historia de la economía en ½ hora” escrito por el economista José Sande cosa
que le da mayor veracidad al relato. Para la Historia Antigua son útiles los
siguientes títulos “Papyrus” de Frank Miller[7]
que narra las aventuras de un joven guerrero egipcio y su amiga la hija del
faraón durante la XIX dinastía del antiguo Egipto hacia el 1200 a. c. La
fidelidad histórica radica en sus imágenes pues reflejan con detalle los
escenarios, además los dioses egipcios aparecen en la trama lo que hace útil la
enseñanza de las deidades egipcias. El clásico “Asterix y Cleopatra” que siendo
ficción mantiene una buena ambientación histórica que resulta útil para
introducir a los más jóvenes al Antiguo Egipto. “300” de Frank Miller, la
película es la adaptación a la pantalla grande de este cómic. Las inexactitudes
de la película se deben a que no está basada directamente en las fuentes
históricas sino en esta historia de Miller. Es de destacar el aspecto gráfico.
En cuanto a Historia Medieval son importantes “La cruz del sur” con
guiñon de Luis Duran e ilustraciones de Raquel Alzate, historia que mezcla
ficción y realidad sus ilustraciones son idóneas para ambientar el sistema
feudal. En Historia Moderna tenemos como ejemplos la historia “El quinto
centenario Mortadelo y Filemón” de Francisco Ibañez, otra historieta útil para
los más pequeños, aporta variados datos sobre los tiempos en los que Colón
llego a América, además, al igual que Axterix, agrega un toque humorístico que
aumenta el interés de los niños por estas historias. “Los Borgia” cuyo guión fue escrito por el
mismísimo cineasta chileno Alejandro Jodorowsky y dibujado por el italiano Milo
Manara, es una realista ficción sobre las aventuras y desventuras de la familia
Borgia, está dirigido a los mayores ya que se trata de un comic erótico que
contiene imágenes explicitas, con una buena ambientación histórica que sin
embargo renuncia a cierta objetividad para destacar los aspectos más sórdidos
de los personajes, a pesar de esto es un realista reflejo de la corrupción de
la iglesia romana de la época.
Pasando ahora a la época Contemporánea encontramos otra vez a
Francisco Ibañez con “Siglo XX, que progreso Mortadelo y Filemón” Orientado al
público infantil, es una buena excusa para hablar sobre los hechos más
destacados del siglo XX en una clase para niños y a partir de ellos hacer que
los niños investiguen y descubran que hay de realidad y que es ficción en el
cómic. Otros títulos a destacar son “El loto azul” y “Tintin en el país del oro
negro” ambas autoría del historietista belga Hergé. La primera historia está
ambientada en la China de los años 20, refleja la situación política de las
zonas controladas por las potencias europeas y Japón destacando el tema del
tráfico de opio; la segunda historia se vive en el periodo de entreguerras en
el oriente medio, resaltando la importancia del petróleo en la política
internacional. Entre las historias de Tintin resulta curiosa una titulada “Los
picaros” que cuenta una historia de intriga política en una republica ficticia
estereotipo de los países latinoamericanos de la segunda mitad del siglo XX,
con un general populista en el poder y
guerrilleros en el monte.
Es de vital importancia la obra “Historia de la humanidad” en formato
comic, dibujada por el argentino Eugenio Zoppi, narrando acontecimientos que
van desde la prehistoria hasta los años 70 del siglo XX.[8]
La culminación de este trabajo aún no ve la luz puesto que son
múltiples y en muchos casos desconocidas las historietas que ayudarían a la
enseñanza de la historia, sin embargo quiero enfatizar una vez más la
importancia de la imagen en la enseñanza de los fenómenos históricos hacia los
niños quienes buscan aprender pero con entretenimiento y los comics brindan
mucho de dicho entretenimiento.
BIBLIOGRAFIA
BARBIERI, Daniel. Los lenguajes del comic. Barcelona. Ediciones
Paidos, 1993.
MURO MUNILLA, Miguel Angel. Análisis e interpretación del comic.
Ensayo de metodología semiótica. Universidad de La Rioja, 2004.
TRABADO, José Manuel. Antes de la Novela Gráfica. Clásicos del comic
en la prensa norteamericana. Madrid. Cátedra,
2012.
LEVITZ, Paul. Seventy Five Years of DC Comics. The art of modern
mythmaking. Taschen,
2010.
GARCIA, Santiago. La Novela Gráfica. Bilbao.
Astiberri Ediciones, 2010.
RODRÍGUEZ DIÉGUEZ, José Luis. El comic y su
utilización didáctica. Los tebeos en la enseñanza. Barcelona. Editorial Gustavo
Gili, 1988.
GUERRA, Georgina. El cómic o la historieta en
la enseñanza. México. Editorial Grijalbo, 1982.
[2] MURO MUNILLA,
Miguel Angel. Análisis e interpretación del comic. Ensayo de metodología
semiótica. Universidad de La Rioja, 2004
[6] Benson, John. A talk with Arvey
Kurtzman. En: The Comics Journal Library Volume 7 pp. 21 – 37.
[7] Destacado autor de la edad de
broce del comic (años 80 y 90) con obras
como Batman The Dark Knight, Sin City, 300 entre otras
[8] Cada tomo de la colección puede
ser descargado de manera digital en la siguiente dirección: http://saladehistoria.com/wp/2009/10/10/historia-de-la-humanidad-en-comic/
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